El mercado laboral argentino enfrenta un panorama complicado que se refleja en recientes estudios y encuestas. Según un informe de Bumeran, un 31% de las empresas ya anticipa recortar su personal durante el segundo semestre del 2025, consolidando una tendencia que viene en aumento desde el primer semestre, cuando un 66% había realizado despidos o reducción de plantillas.
Los motivos detrás de estos ajustes son variados, aunque predominan la necesidad de reducción de costos (36%) y el bajo desempeño del personal (25%). La disminución de la actividad económica (20%) y el cierre de áreas de negocio (12%) también figuran entre las causas más mencionadas por los especialistas en recursos humanos consultados.
Este escenario no es ajeno a los sectores más dinámicos, ya que incluso industrias consideradas resilientes, como la alimenticia o la tecnológica, exhiben medidas de reducción de personal, suspensión y ajustes salariales. Grandes empresas como Globant y Acindar han implementado programas de retiros voluntarios y despidos, evidencia de las tensiones económicas existentes.
Este comportamiento se da sobre un fondo de caída en el poder adquisitivo y un índice de desempleo que alcanzó al 7,9% en el primer trimestre del año, según datos oficiales. La reducción de puestos de trabajo afecta especialmente a empresas de tamaños grandes, que concentran la mayoría de los despidos realizados.
El futuro inmediato muestra desafíos: la combinación entre inflación persistente, limitada recuperación económica y restricciones externas mantiene en alerta al sector empresarial, que ajusta sus recursos humanos para preservar la operatividad y rentabilidad. La expectativa, tanto en el sector público como privado, es que esta tendencia de reducción de empleo continúe al menos hasta final de año.