Un juez federal de Estados Unidos rechazó la demanda presentada por el gobierno estadounidense que requería que Google vendiera su popular navegador web Chrome como parte de un caso antimonopolio de gran envergadura. Sin embargo, el juez Amir Mehta impuso varias medidas destinadas a reparar la competencia en el mercado de búsquedas en línea.
El fallo llega después de que en 2024 el propio juez determinara que Google mantenía ilegalmente monopolios en las búsquedas mediante costosos acuerdos exclusivos con fabricantes de dispositivos como Apple y Samsung, quienes establecieron a Google como motor de búsqueda predeterminado en sus dispositivos a cambio de decenas de miles de millones de dólares anuales.
El juez advirtió que una desinversión, como la venta forzada del navegador Chrome, sería muy desordenada y riesgosa, y señaló que los abogados del gobierno se excedieron en su solicitud inicial.
Entre las medidas impuestas, Google deberá compartir con competidores datos sobre índices de búsqueda e interacción de usuarios para mejorar la competencia. También se extendieron restricciones para evitar que la empresa utilice acuerdos exclusivos para dominar el ámbito de la inteligencia artificial, alineándose con las preocupaciones antimonopolio.
Un comité técnico supervisará la implementación de estas nuevas medidas, que entrarán en vigor 60 días después de que se registre el fallo definitivo. Esta decisión es uno de los fallos más relevantes contra prácticas monopólicas corporativas en las últimas dos décadas.
Actualmente, cinco casos antimonopolio están pendientes en Estados Unidos contra grandes empresas tecnológicas, subrayando la creciente atención regulatoria a este sector.