Para Malcom Farrow, un vexilólogo (experto en banderas), la razón por la que las banderas nacionales se han asociado con la extrema derecha se debe a que el Reino Unido no ha sido históricamente una nación que celebre con banderas. Esto, según Farrow, ha permitido que “extremistas locos” se apropien de los símbolos nacionales para convertirlos en emblemas de sus propias causas.
El debate ha llegado a los distintos niveles de la sociedad. En la ciudad de Liverpool, un centro musulmán encontró una Union Jack atada a sus barandillas. En lugar de retirarla, los líderes del centro decidieron izarla en su ventana, reafirmando el orgullo de sus miembros de ser británicos. “La intención era ofender”, dijo Ibraham Syed, del Centro Wirral Deen, a la BBC Mundo, pero su respuesta fue un acto de lealtad.
La Cruz de San Jorge, de hecho, tiene una historia compleja y antigua, ya que fue un símbolo adoptado por los ingleses en la Edad Media durante las Cruzadas. Sin embargo, su uso actual ha adquirido un significado muy diferente. El debate ha trascendido incluso las banderas, con señales pintadas en las calles para que se parezcan a la Cruz de San Jorge. Las autoridades locales han advertido que, si bien apoyan el derecho a ondear las banderas, retirarán las pintadas en las calles por razones de seguridad. En un país cada vez más dividido por el tema de la inmigración, las banderas se han convertido en un símbolo de las profundas fracturas que existen en la sociedad británica.