Aunque el precio de los vehículos eléctricos sigue siendo mayor al de los modelos tradicionales de combustión, su compra implica evaluar aspectos claves como el valor inicial, la garantía y cobertura posventa, el mantenimiento más sencillo pero necesario, y sobre todo la autonomía, que suele oscilar entre 250 y 450 kilómetros por carga.
La infraestructura para la carga es otro factor determinante, tanto en el ámbito doméstico como en espacios públicos, aunque aún insuficiente y lenta en su expansión. Adaptarse a la experiencia de uso implica cambios en la planificación diaria y hábitos de conducción.
Para quienes busquen opciones intermedias, los autos híbridos —con elevada oferta y crecimiento— combinan motor eléctrico y a combustión, reduciendo consumo y dependencia de estaciones de carga.
Según datos oficiales, para 2025 se prevé la llegada de 50.000 vehículos eléctricos e híbridos al país, con 33 modelos disponibles de marcas como Renault, Ford, Chevrolet, Fiat, BMW, Mercedes-Benz y Audi. Entre los más accesibles está el Renault Kwid E-Tech, mientras que modelos de lujo como el Ford Mustang Mach-E y el Porsche Taycan también están presentes en el mercado argentino.
Los incentivos incluyen exenciones impositivas y facilidades para la importación, apuntando a que Argentina se inserte en la cadena mundial de valor de tecnologías limpias.
La consolidación de esta tendencia dependerá de la evolución de la infraestructura, aceptación del consumidor y políticas de apoyo, marcando un futuro más sustentable para la movilidad en el país.