El domingo 7 de septiembre, tras el cierre de las urnas, los candidatos y dirigentes de La Libertad Avanza comenzaron a reunirse en su búnker ubicado en el salón Vonharv de Gonnet, para seguir muy de cerca el desarrollo del escrutinio en las elecciones provinciales de Buenos Aires.
Uno de los primeros en llegar fue Diego Valenzuela, candidato por la Primera Sección, quien destacó el significado local y nacional de una elección desdoblada, enfocada en la vida de los municipios. Maximiliano Bondarenko también resaltó el gran movimiento en las calles y la fuerte participación de los votantes.
Sebastián Pareja, armador bonaerense del partido, expresó la esperanza de una alta concurrencia electoral, calculando cerca del 60% y resaltando el despliegue de más de 45 mil fiscales que brindaron apoyo en la jornada. Además, denunció irregularidades atribuibles a “trapisondas” de la “vieja política” como el robo y rompimiento de boletas.
La presencia del presidente Javier Milei, aún sin confirmación oficial hasta la tarde, se especula que será una de las piezas centrales del acto de cierre. En paralelo, se esperaban asistencias de miembros del gabinete y otros referentes políticos libertarios.
La elección se desarrolló en un contexto marcado por denuncias de corrupción y tensiones políticas, que generan un clima complejo entre quienes disputan la gobernabilidad de la provincia más grande del país.
La atención también se mantiene en cómo los resultados trascenderán al debate nacional, ya que estas elecciones son consideradas un termómetro para la próxima cita electoral general del 26 de octubre.