Después de siete años, Katy Perry volvió a pisar suelo argentino y desató una auténtica fiesta entre sus seguidores. La artista estadounidense llegó a Buenos Aires para ofrecer dos conciertos en el Movistar Arena, como parte de su gira internacional “The Lifetimes Tour”. Su llegada estuvo cargada de emoción y sorpresas.
Desde temprano, una multitud se congregó frente al hotel en Recoleta donde se hospeda, ansiosa por verla y lograr un saludo, una foto o un autógrafo. Perry no decepcionó: salió a saludar, firmó autógrafos, repartió sonrisas y se tomó selfies con sus fans.
Entre los momentos más destacados, uno sorprendió a todos: un fanático le entregó un cuadro de Eva Perón, símbolo emblemático de la historia argentina. La cantante recibió el obsequio con una sonrisa, posó para las cámaras y agradeció el detalle ante los aplausos.
Minutos antes de ingresar nuevamente al hotel, Perry alzó el cuadro sobre su cabeza, celebrando el gesto con sus seguidores que la ovacionaron. Las imágenes, compartidas masivamente en redes sociales, reflejan la fuerte conexión entre la artista y su público argentino.
Este gesto ocurrió mientras en la provincia de Buenos Aires se conocían los resultados electorales, que marcaron una amplia victoria de Fuerza Patria sobre La Libertad Avanza. La presencia de Perry en Buenos Aires ofrece un momento de desconexión y alegría musical en medio del debate político.
La cantante ofrecerá sus shows el 9 y 10 de septiembre, repasando sus grandes éxitos y un despliegue escenográfico que promete ser espectacular. En el plano personal, Perry atraviesa nuevos desafíos amorosos, recientemente vinculada sentimentalmente con el exprimer ministro canadiense Justin Trudeau, tras su separación de Orlando Bloom.
Mientras los rumores sobre su vida privada circulan, sus fans argentinos esperan con entusiasmo sus conciertos, reafirmando la cercanía de esta estrella global con su públi