Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires y uno de los principales ganadores de las recientes elecciones legislativas, calificó el triunfo de Fuerza Patria como “un rechazo contundente al modelo de ajuste, maltrato y agresión del gobierno de Milei”.
En diálogo con Radio 10, Kicillof señaló que la victoria representa un mensaje claro de la sociedad bonaerense y un llamado de atención para el gobierno nacional, al que acusó de ejercer “tendencias autoritarias” y aplicar políticas de recortes “con alevosía y disfrute sádico”.
El mandatario enumeró las consecuencias negativas del plan económico nacional: deterioro en salarios, jubilaciones, comercio, gastronomía, turismo, producción industrial y pymes en crisis. Destacó que la provincia representa el 50% de la industria nacional y lamentó la paralización de obras y el daño a instituciones educativas, científicas y culturales.
Kicillof destacó la unidad alcanzada en Fuerza Patria, que compitió con una boleta única gracias a la madurez y generosidad de los sectores involucrados, y aseguró que el resultado no solo respalda su gestión sino también a intendentes y militancia. Señaló que el triunfo se extendió a 104 de 135 municipios, especialmente en zonas rurales e industriales.
El gobernador reveló haber recibido llamados y mensajes de felicitación de mandatarios de Uruguay, Brasil y Chile, entre otros, y expresó que estas muestras reafirman que en Argentina “se está construyendo otro camino”.
Pese a la importancia política del momento, Kicillof denunció la falta de comunicación con el gobierno nacional, tras haber solicitado formalmente una reunión con el presidente Milei, sin obtener respuesta. “Espero que levante el teléfono y tengamos una reunión porque lo que pasa en Nación nos afecta a todos”, afirmó.
Criticó la “soberbia” del gobierno nacional y exigió un cambio de rumbo que defienda el trabajo, los salarios y la vida de la gente. Denunció también la discriminación presupuestaria hacia Buenos Aires y denunció un aislamiento político desde la Casa Rosada.
Finalmente, Kicillof comentó que, aunque falta mucho para 2027, la elección obliga a consolidar una unidad competitiva que demuestre “que la derecha puede ser frenada”, y pidió sensatez, responsabilidad y humildad para gobernar pensando en la mayoría de los argentinos.