El mercado financiero global reaccionó con inquietud tras el resultado electoral que debilitó a La Libertad Avanza (LLA) en la provincia de Buenos Aires, disparando el riesgo país argentino a niveles superiores a los 1.000 puntos básicos, según datos del índice elaborado por J.P. Morgan.
Este indicador, que mide la percepción de los inversores sobre la capacidad de un país para cumplir con sus compromisos financieros, escaló después de que el peronismo lograra una ventaja superior a los 12 puntos, superando ampliamente las expectativas del mercado.
La ratificación del presidente Javier Milei sobre la continuidad de su programa económico no ha logrado disipar dudas entre los inversores, quienes temen que el gobierno pueda verse forzado a ampliar el gasto público y enfrentar dificultades para hacer frente a los vencimientos de deuda en el corto y mediano plazo.
Previo a la elección, el riesgo país ya mostraba señales de tensión, situándose por encima de los 900 puntos básicos. Sin embargo, este salto a más de 1.000 puntos representa un punto crítico que refleja la creciente incertidumbre sobre el rumbo político y económico del país.
El resultado electoral del 7 de septiembre no solo marca un golpe para la coalición de Milei, sino que también se interpreta como una llamada de atención para los mercados internacionales sobre la fragilidad de las finanzas argentinas en un contexto de alta inflación, déficit fiscal y limitadas reservas internacionales.
Con la vista puesta en las elecciones nacionales de octubre, el panorama financiero se mantiene volátil y exigirá al gobierno una estrategia clara y creíble para reducir riesgos y recuperar la confianza de los inversores.