Polonia vive momentos de alta tensión luego de que, en la madrugada de este miércoles, detectara y derribara al menos tres drones rusos que violaron su espacio aéreo, incursiones calificadas por el primer ministro Donald Tusk como una provocación “sin precedentes”.
Según el medio DW, la respuesta a esta amenaza llevó a Polonia a invocar el artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, mecanismo que obliga a las partes a consultar de forma urgente cuando alguna de ellas considera que su integridad territorial, independencia política o seguridad están amenazadas.
“El artículo 4 es solo el principio”, afirmó Tusk, que pidió “gran apoyo de los aliados ante la confrontación que Rusia ha declarado al mundo libre”, en referencia a la ofensiva rusa y a la oleada de drones desde Bielorrusia, desde donde partieron las aeronaves no tripuladas.
Este artículo, invocado seis veces desde la creación de la OTAN en 1949, no obliga a una respuesta militar automática —que corresponde al artículo 5, activado solo tras el 11S en 2001—, sino que establece consultas en el Consejo del Atlántico Norte para coordinar acciones conjuntas y evaluar escenarios, definiendo medidas preventivas y proporcionadas.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, expresó que la alianza se defiende “cada centímetro del territorio aliado”, condenó las violaciones rusas al espacio aéreo y alertó que esas acciones representan una escalada imprudente y peligrosa, instando a Putin a detenerlas.
El gobierno polaco cerró temporalmente aeropuertos y movilizó sus sistemas de defensa aérea, con apoyo de fuerzas internacionales, para garantizar la seguridad nacional ante la escalada rusa.
Este incidente pone nuevamente en foco la fragilidad regional y la posible extensión del conflicto más allá de Ucrania, generando incertidumbre sobre cómo responderá la comunidad internacional a los nuevos desafíos de seguridad.