El presidente Javier Milei protagonizó por tercera vez en esta semana una reunión de gabinete en la Casa Rosada, en un contexto de alta tensión política y económica que define el rumbo del gobierno para las próximas semanas. La cita, convocada para las 9.30 en el Salón Eva Perón, reunió a ministros y funcionarios clave para analizar la situación tras la dura derrota electoral en la provincia de Buenos Aires.
En este encuentro, Milei reafirmó su compromiso con el equilibrio fiscal y anticipó que presentará vetos totales o parciales a tres leyes recientemente sancionadas por el Congreso. Entre ellas, destacan la ley de financiamiento universitario, la emergencia pediátrica que garantiza partidas al Hospital Garrahan y la ley para la distribución automática de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) a las provincias. Desde el Ejecutivo se anticipa que “no hay plata” para financiar estas iniciativas, lo que refuerza la disputa política con la oposición.
Paralelamente, el gobierno estudia judicializar la ley de emergencia en discapacidad, cuyo veto presidencial fue rechazado recientemente por el Parlamento, evidenciando tensiones crecientes entre las ramas del Estado.
En materia política, Milei impulsa la conformación de mesas políticas —nacional, federal y bonaerense— para intentar reconducir el vínculo con los gobernadores, que se mostraron renuentes a dialogar luego de dos años de ruptura institucional. A través de su jefe de gabinete, Guillermo Francos, se trabaja en un acercamiento estratégico hacia las provincias para aliviar tensiones y buscar respaldo legislativo.
En medio de este escenario adverso, la Casa Rosada recibió un respaldo internacional clave: el Fondo Monetario Internacional confirmó su apoyo al rumbo del ajuste fiscal y la política económica que defiende el presidente. La vocera del organismo, Julie Kozack, destacó la colaboración estrecha con las autoridades argentinas y valoró la sostenibilidad del marco cambiario y monetario vigente.
Con este aval externo, Milei sostiene su posición de no ceder en el gasto público ni modificar el programa que, a su juicio, logró reducir la inflación y sacar a millones de la pobreza. Ahora, el gobierno enfrenta la definición sobre si continúa con su estrategia rígida o muestra señales de diálogo para evitar una derrota legislativa en plena campaña electoral nacional.
La reunión de este miércoles se enmarca en una semana clave para el ejecutivo, que deberá decidir el futuro inmediato de su gestión en un contexto de alta expectativa política y desafiante confrontación con el Congreso y sectores sociales.