Frases Argentinas: Un viaje al origen de las expresiones populares

Descubrí de dónde vienen las frases que decimos todo el tiempo y no sabemos por qué

¿Alguna vez te has preguntado por qué decimos “tirar manteca al techo” o “borrón y cuenta nueva”? Una reciente publicación en redes sociales del canal educativo Encuentro ha capturado la atención de miles al revelar el curioso origen de algunas de las frases más emblemáticas de nuestro país. Estas expresiones, que usamos a diario, tienen historias fascinantes que se remontan a épocas y costumbres muy peculiares.

Derrochar con estilo: “Tirar manteca al techo”

La expresión “tirar manteca al techo” es sinónimo de despilfarrar o malgastar dinero. Su origen se atribuye a un personaje de la alta sociedad argentina de principios del siglo XX, Martín Máximo de Álzaga Unzué. Se cuenta que, en un restaurante parisino llamado Maxim’s, él y sus amigos se divertían lanzando trozos de manteca al techo. La popularidad de esta actividad frívola se extendió luego a Buenos Aires, dejando una marca indelebre en el lenguaje popular.

Limpiando el pasado: “Borrón y cuenta nueva”

Cuando alguien decide dejar atrás errores o problemas, se dice que hace “borrón y cuenta nueva”. Esta frase tiene sus raíces en la Edad Media. Los monjes de la época utilizaban una tinta especial, hecha de una mezcla de sepia y carbón, para escribir. Cuando cometían un error, no tenían más opción que hacer un “borrón”, una mancha de tinta que les obligaba a empezar de cero, ya que no se toleraban las imperfecciones en sus manuscritos.

El costo de la ambición: “Al que quiere celeste, que le cueste”

Esta popular frase, que subraya que lograr algo valioso requiere un gran esfuerzo, nos transporta a la época del Renacimiento. El color azul era extremadamente costoso de producir. Se obtenía a partir de la molienda del lapislázuli, una piedra preciosa traída desde Oriente. La tonalidad “celeste” se conseguía mezclando ese preciado pigmento azul con blanco. Su elevado valor hizo del azul un símbolo de estatus y de dificultad para su obtención.

El peligro de caer: “Pisar el palito”

La expresión “pisar el palito”, que significa caer en una trampa o ser engañado, está directamente ligada a la caza de aves. Antiguamente, se preparaban jaulas con puertas que se cerraban cuando el ave, atraída por un cebo, pisaba un pequeño palo que activaba el mecanismo de cierre. Los ladrones de gallinas también utilizaban este método para atrapar aves fácilmente.

Sin pensar: “A troche y moche”

 

Finalmente, el modismo “a troche y moche” se refiere a hacer algo de manera precipitada, sin cuidado ni consideración. Su origen se encuentra en el mundo forestal, derivando de los verbos “trochar” y “mochar” (cortar en trozos o quitar la parte superior de algo). La expresión describe cómo se talaban los árboles de forma brutal y sin cuidado, preparándolos para su transporte y venta posterior.

Estas frases son un claro ejemplo de cómo nuestro lenguaje está lleno de historias. A través de ellas, podemos vislumbrar costumbres y tradiciones de otras épocas, demostrando que nada es porque sí

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