La Rural de Río Cuarto reunió desde media mañana a los principales gobernadores de Provincias Unidas: Córdoba, Santa Fe, Jujuy y Corrientes, en una jornada histórica para la alianza que busca fortalecer su protagonismo político de cara a las elecciones de 2025.
Juan Schiaretti tomó la palabra, cargado de un tono crítico y esperanzador. “Milei ya no es más lo nuevo y el kirchnerismo es una llamita que se va a apagando”, sentenció el exgobernador, enfatizando que “lo nuevo es Provincias Unidas”. Enfatizó que sus gobernadores son “la expresión del interior productivo, de la producción y el trabajo”, y que mantienen “equilibrio fiscal, pero no hecho a los hachazos como el Gobierno nacional”.
Unos minutos más tarde, fue el turno de Martín Llaryora, gobernador de Córdoba, quien subrayó el “modelo que produce desempleo” y calificó al gobierno de Javier Milei como “cruel” por “no fijar prioridades”. Llaryora cuestionó con dureza los vetos presidenciales a fondos para provincias, universidades, el Hospital Garrahan y la Agencia Nacional de Discapacidad, alertando sobre la falta de sensibilidad social del Ejecutivo nacional.
La voz de Corrientes, Gustavo Valdés, no tardó en elevar el tono de protesta y expresó: “estoy cansado de ir a la Ciudad de Buenos Aires y ser atendido por funcionarios de tercera línea, que ni siquiera prestan atención cuando expongo problemáticas claves”. Su mensaje expuso la ruptura creciente entre el Gobierno central y las provincias aliadas.
Luego Carlos Sadir, gobernador de Jujuy, fue contundente en su reclamo: “Si el Gobierno nacional tuviera la voluntad de escucharnos, no estaríamos en esta situación de exigir leyes y proyectos. Lo que necesitamos urgentemente es diálogo efectivo para enfrentar y resolver los problemas reales de la gente”.
Por último, Maximiliano Pullaro, gobernador de Santa Fe, afirmó que Provincias Unidas no discute ideologías, sino gestiona. “Tenemos una agenda centrada en la producción, porque el mundo demanda alimentos, energía y minerales, y eso lo tienen las provincias argentinas”, expresó con optimismo. Destacó que la paz social se mantiene porque los gobernadores “hemos cuidado a la gente”, y pronosticó: “Provincias Unidas será la primera minoría y pondrá al próximo presidente del país”.
En el contexto de la jornada, la tensión con el Gobierno nacional latía con fuerza. El veto presidencial a la distribución justa de los Aportes del Tesoro Nacional sigue siendo el eje central del reclamo, considerado clave para asegurar recursos a las economías regionales.
Mientras avanza el encuentro, diputados nacionales y dirigentes provinciales analizan estrategias legislativas para revertir la medida y fortalecer el bloque que se prepara para disputar la agenda política de cara a las legislativas.
En Río Cuarto, la alianza de provincias muestra no sólo su voluntad de unidad sino también un desafío público: construir un proyecto político federal, productivo y de futuro, lejos de los extremos que han marcado la historia reciente del país.