Se apaga la luz y entra el ruido característico de una noche que desparrama cumbión y lentejuelas. En esta pirámide social estipulada por los de arriba, los de abajo también ríen. “Mishiadura Bailable” es un lugar de encuentro, de amor y locura que viene vertiendo sazón y llanto en la mirada de los espectadores desde hace 10 años consecutivos. Manuel “Manolo” Longueira, quien dirige esta Mishiadura desde sus inicios, la describe como una manera de “festejar a lo que se señala siempre como lo más brutal de la sociedad”.
Esta versión inspirada en “La ópera del mendigo” destierra todo tipo de toque británico para hacerla caminar por las profundas calles del Once, barrio porteño de características únicas. De día, el shopping de los laburantes comprando al por mayor; y de noche, el desfile de los chapones cerrados y la resaca citadina. Inspirada en esa población que siempre fue señalada, juzgada y sesgada: chorro, malandra, caco, ladrón, “lo más brutal de la sociedad, la gente que está más ligada a los delitos comunes, de la calle, al arrebato, la matufia, al robo pequeño, a la venta de sustancias pequeñas, al malandraje, a todos ellos que el mundo burgués les atribuye una vida horrible”, comparte Manolo.