El más reciente Índice Mundial de Innovación (GII) evaluó a 139 economías en función de 78 indicadores, que incluyen desde inversión pública y privada en I+D hasta registros de patentes, infraestructura tecnológica y ambiente empresarial. En este marco, China irrumpió por primera vez en la élite tecnológica mundial, alcanzando el décimo lugar y desplazando a Alemania, la principal economía europea.
Este avance responde principalmente a que China aportó aproximadamente una cuarta parte de las solicitudes internacionales de patentes en 2024, superando países tradicionales como Estados Unidos, Japón y Alemania en esta métrica.
El crecimiento de las inversiones en ciencia y tecnología, particularmente desde el sector privado, y estrategias orientadas a la transferencia tecnológica y la innovación en sectores como la inteligencia artificial, energías renovables y robótica han acelerado esta transición.
Por su parte, Alemania descendió al undécimo lugar del ranking, principalmente como efecto de un lento crecimiento en inversión y algunos desafíos estructurales. Según la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), el ritmo de crecimiento global en I+D se desacelerará en los próximos años, complicando la mantención de posiciones de liderazgo.
Además, Alemania enfrenta costos elevados de producción y una transición tecnológica digital aún en desarrollo en ciertas industrias clave.