Dólares para el dólar, o dólares para la educación

La Argentina vivió otra jornada de tensión cambiaria y el BCRA intervino con fuerza, vendiendo USD 678 millones para contener la suba del tipo de cambio. La magnitud del monto no solo refleja la fragilidad financiera del país, sino que también abre un debate ineludible: ¿En qué se prioriza gastar las escasas reservas?

Foto: La Redacción.

Por Mario Lanz

La comparación resulta inevitable. La Universidad de Buenos Aires —una de las más prestigiosas de América Latina y sostén de la educación pública argentina— informó que su presupuesto anual 2024 es de 590.000 millones de pesos, lo que equivale aproximadamente a 490 millones de dólares. Es decir, en apenas una jornada, el Estado quemó más dólares para sostener el mercado cambiario que los que destina a financiar durante todo un año a la mayor universidad del país.

Este contraste es tan brutal como revelador. Mientras que la educación pública debe pelear cada peso y justificar constantemente su valor, el mercado financiero recibe asistencia automática y millonaria. El resultado es un país que privilegia la estabilidad momentánea del dólar antes que la inversión estratégica en conocimiento, ciencia e innovación.

La pregunta es sencilla pero incómoda: ¿Qué blindaje es más duradero para la Argentina? ¿El de un dólar planchado por unas horas o el de una universidad sólida que produce profesionales, investigación y desarrollo? Cada dólar destinado a la especulación cambiaria es un dólar que no llega a becas, laboratorios, bibliotecas ni hospitales universitarios.

El verdadero escudo de un país no está en sostener al dólar a cualquier precio, sino en garantizar una educación pública fuerte. Porque, mientras la volatilidad del mercado nunca se sacia, la universidad devuelve multiplicado lo que recibe. Y los números lo dicen con crudeza: 678 millones de dólares se fueron en un día, más de lo que la UBA necesita para funcionar en todo un año.

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