La empresa privada, clave para el desarrollo: El llamado de la AEA a un nuevo contrato productivo

Jaime Campos, presidente de la AEA, afirma que la empresa privada es el motor del desarrollo. En un llamado a la dirigencia, propone un “contrato productivo” basado en institucionalidad, previsibilidad, estabilidad macroeconómica y menos injerencia estatal.

Jaime Campos

La Asociación Empresaria Argentina (AEA), a través de su presidente Jaime Campos, ha reafirmado que el sector privado es el motor central del desarrollo económico y social. En un artículo publicado en su blog, Campos insta a la sociedad, y en particular al liderazgo político y social, a crear las condiciones necesarias para que las empresas puedan prosperar, lo que, a su juicio, se traduciría en una mejora significativa en el nivel y la calidad de vida de todos los ciudadanos.

Las energías del sector privado, según Campos, se manifiestan en la innovación, la creación de empleo, la obtención de divisas y la generación de ingresos que, a través de los impuestos, financian al Estado. Para que este motor funcione a pleno, el presidente de la AEA plantea que es necesario cumplir con una serie de condiciones fundamentales, entre las que destaca el respeto a las instituciones de la República. El respeto a la Constitución y a la división de poderes, la independencia de la justicia y la libertad de prensa son, según él, los pilares de un entorno propicio para la inversión y el crecimiento.

Estabilidad, previsibilidad y el fin de la injerencia

La estabilidad macroeconómica es otra de las condiciones que el sector privado considera vital para su desarrollo. Campos subraya que la inflación, que es el resultado de un desequilibrio macroeconómico, erosiona la competitividad, genera conflictos con los trabajadores y los proveedores, y tiene consecuencias muy negativas en la planificación de las inversiones. Para lograr una baja “sustentable” de la inflación, el presidente de la AEA sostiene que se necesitan “políticas fiscales consistentes” y la eliminación del déficit público, una meta que la Argentina ha tenido dificultades para alcanzar históricamente.

La previsibilidad, o la falta de ella, es un concepto que, según Campos, ha caracterizado el clima de negocios en el país durante décadas. La injerencia del gobierno en las decisiones de las empresas, a través de medidas como el control de precios, ha representado un gran impedimento para el desarrollo económico y social. En una sociedad moderna, es crucial que el rol del Estado se distinga del de la empresa privada, ya que la interferencia del gobierno en las decisiones empresariales, dice Campos, es un gran obstáculo para la inversión.

Un llamado al diálogo y la reducción de la presión tributaria

Para que las empresas puedan invertir y crear empleo, el presidente de la AEA considera que es fundamental que se respeten los marcos regulatorios fijados de antemano. La confianza en las reglas de juego es un factor crucial, especialmente para los grandes proyectos, que requieren tiempos de ejecución prolongados.

Campos también señala que la alta presión tributaria sobre el sector formal de la economía es un factor limitante clave. Según él, la carga sobre las empresas en Argentina está “muy por encima de la de otras naciones de la región”, por lo que es imprescindible seguir reduciéndola y eliminar los impuestos “distorsivos”. El presidente de la AEA concluye su artículo con un llamado al diálogo. “Toda la sociedad, pero en particular la dirigencia política y social, puede contribuir mucho para hacer que trabaje a pleno el motor del desarrollo que es la empresa privada”, concluye, y pide un “amplio diálogo” que permita dotar a la economía argentina de mayor previsibilidad.

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