De la crisis a la esperanza: Celulosa Argentina se vende por un dólar y un empresario busca su recuperación

La papelera en crisis Celulosa Argentina fue vendida por un simbólico dólar a Esteban Antonio Nofal, quien ahora asume una deuda de u$s128 millones. La compañía, que ha frenado su producción, busca recuperarse y aumentar sus exportaciones.

La decisión judicial expuso la grave situación financiera de la papelera. Foto Web

La histórica papelera Celulosa Argentina ha sido vendida por un simbólico dólar a un nuevo dueño, que ahora asume la titánica tarea de renegociar una deuda de u$s128 millones. La operación, que se concretó a solo 20 días de que la empresa se presentara en concurso de acreedores para evitar la quiebra, marca un punto de inflexión en la historia de una de las principales productoras de papel del país. El nuevo dueño mayoritario, Esteban Antonio Nofal, un empresario del sector financiero, ha prometido “impulsar la recuperación” y “generar empleo” en una empresa que ha estado paralizada por la crisis económica.

El control de la compañía, que tiene sus plantas frenadas en Capitán Bermúdez (Santa Fe) y Zárate (Buenos Aires), pasó a manos de Nofal, quien adquirió el 45,5% del capital social de la empresa. El empresario, que es hijo de uno de los fundadores de la compañía de medios Torneos y Competencias, está obligado a lanzar una oferta pública de adquisición (OPA) por la totalidad de las acciones. La compra, que fue informada a la Comisión Nacional de Valores (CNV), se presenta como el “comienzo de una nueva etapa de fortalecimiento y proyección” para una empresa que es considerada un emblema de la industria nacional.

Un comprador con historia y un pasado polémico

La adquisición de Celulosa Argentina se produce en un contexto de alta volatilidad y de grandes desafíos para la industria. Esteban Nofal no es un recién llegado al mundo de los negocios. El empresario integra el directorio de Torneos y fue socio de Alejandro Burzaco, un exfuncionario que está imputado por el escándalo del “FIFA Gate”. Nofal también ha estado involucrado en otras operaciones polémicas, como la adquisición de una firma ligada a la obra pública y al empresario Nicolás Caputo. En 2024, su firma, CIMA, compró deuda por u$s447,1 millones en el concurso de acreedores de la agroexportadora Vicentin, en una maniobra que generó controversia en el sector.

El nuevo dueño de Celulosa Argentina asume un gran riesgo. La compañía, que en sus últimos resultados financieros registró una pérdida semestral de $172.634 millones, tiene un pasivo de u$s128 millones, que deberá renegociar con sus acreedores. A la caída del consumo interno y la imposibilidad de trasladar el aumento de los costos a los precios, se suma la amenaza de un pedido de quiebra de una de sus principales acreedoras, la firma Tecmaco Integral, que le reclama una deuda de $17 millones de pesos.

La apuesta por la exportación y el futuro de la industria papelera

El plan de recuperación de Nofal para Celulosa Argentina es ambicioso. El empresario busca adaptar la oferta de productos a los menores volúmenes de venta y reforzar las exportaciones. La industria papelera, que se ha visto afectada por la crisis económica, tiene en el mercado externo una oportunidad para crecer y para generar las divisas que el país necesita. La adquisición de Celulosa Argentina por un simbólico dólar es, en este sentido, una apuesta al futuro de una industria que, a pesar de sus dificultades, sigue siendo parte del patrimonio productivo argentino.

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