Francia y Arabia Saudita convocaron este lunes a una cumbre de alto perfil en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, con el objetivo de fomentar el apoyo a una solución de dos Estados para el conflicto israelí-palestino. En este encuentro, se prevé que varios países, incluyendo a Francia, formalicen el reconocimiento al Estado palestino, desafiando la postura tradicional de Israel y Estados Unidos.
Este movimiento diplomático se produce en un contexto de alta tensión, con la intensificación de la ofensiva israelí en la Franja de Gaza y la expansión de asentamientos en Cisjordania, lo que ha generado una crisis humanitaria de gran magnitud y un aumento de la presión internacional para encontrar soluciones políticas.
Hasta ahora, aproximadamente tres cuartas partes de los 193 miembros de la ONU reconocen a Palestina, pero la mayoría de las potencias occidentales se habían resistido a hacerlo de manera oficial, argumentando que una solución debía alcanzarse mediante negociaciones bilaterales. La reciente adhesión de países como Reino Unido, Canadá, Australia y Portugal, junto al esperado reconocimiento de Francia y otros estados europeos, representa un cambio de paradigma notable.
El presidente francés Emmanuel Macron defendió la decisión como un paso fundamental para ofrecer al pueblo palestino una perspectiva política distinta a la que actualmente domina Hamas, planteando que el reconocimiento es condición previa para aislar a esta milicia y avanzar hacia la paz.
El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu criticó duramente el gesto y reafirmó su rechazo a la existencia de un Estado palestino, amenazando con aumentar la colonización en territorios ocupados como represalia.
La reunión se da en el marco de la 80ª Asamblea General de la ONU, que abordará esta semana las crisis globales más urgentes, con un foco especial en el conflicto en Gaza y Oriente Medio.