Un equipo de investigadores de Corea del Sur reveló una conexión directa entre ciertas bacterias orales y el desarrollo de la enfermedad de Parkinson, trastorno neurodegenerativo que afecta a millones en el mundo. Los especialistas identificaron que Streptococcus mutans, conocida por causar caries, puede establecerse en el intestino y liberar compuestos que cruzan la barrera intestinal para influir negativamente en las neuronas cerebrales.
Publicado en Nature Communications, el estudio muestra que estos metabolitos, como la enzima urocanato reductasa y el imidazol propionato, contribuyen a la pérdida de neuronas dopaminérgicas, inflamación cerebral y la acumulación de alfa-sinucleína, proteínas asociadas con los síntomas motores y cognitivos del Parkinson.
Utilizando modelos animales, los científicos demostraron que la manipulación de estas bacterias aumenta los signos patológicos del Parkinson, mientras que la inhibición de la señalización celular mTORC1 reduce significativamente los daños neuronales y la inflamación.
Este descubrimiento subraya la importancia de la microbiota oral e intestinal en el avance y posible prevención del Parkinson, abriendo la puerta a tratamientos innovadores que actúen sobre este eje microbiano.
El profesor Ara Koh, líder del estudio, afirmó que la investigación provee un entendimiento mecánico crítico para futuras estrategias terapéuticas centradas en el control del microbioma para combatir esta enfermedad debilitante.