Hasta el momento, trece personas están detenidas, incluyendo a cuatro sospechosos que permanecen en prisión preventiva tras negarse a declarar. Otros detenidos podrían enfrentar la libertad debido a falta de pruebas concluyentes. El caso está bajo secreto de sumario y sigue en investigación para determinar los roles específicos de los imputados.
Entre las medidas judiciales recientes, se solicitó la captura internacional de uno de los principales sospechosos conocido como la mano derecha de “Pequeño Jota”. Esta medida pretende impedir que el narco prófugo escape hacia otro país y garantice su presentación ante la justicia argentina.
Las autopsias revelaron que las víctimas sufrieron torturas previas al asesinato. Lara, la menor, fue atacada con violencia extrema, incluyendo la amputación de cinco dedos de una mano y mutilaciones. Brenda y Morena también presentaron heridas graves y signos de tortura.
La brutalidad del crimen y su contexto vinculado al narcotráfico ha generado conmoción social, con reclamos de justicia y protección para las familias de las víctimas. El Ministerio de Mujeres bonaerense interviene para asegurar que la causa avance con perspectiva de género, dada la naturaleza violenta y específica contra mujeres jóvenes.
Aunque la investigación avanza con detenciones y pedidos de captura internacional, el crimen de Florencio Varela deja interrogantes sobre los mecanismos de violencia narco y la vulnerabilidad de las jóvenes atrapadas en ese contexto. El camino hacia la justicia exige transparencia, rigurosidad y un abordaje integral que contemple las dimensiones sociales y delictivas del caso.