Pelea escolar en Avellaneda terminó con alumno en coma

Un alumno del Colegio Secundario N°27 de Avellaneda fue agredido por un compañero durante una pelea por un asiento. Está internado en coma inducido. La familia denuncia inacción docente y falta de asistencia médica inmediata.

La conmoción se instaló en la comunidad educativa tras conocerse la magnitud del incidente. Foto: web.

Golpiza en Avellaneda: un alumno lucha por su vida

El pasado miércoles, Isaías M., un estudiante de 15 años, fue víctima de una agresión física extrema en el Colegio Secundario N°27, ubicado en la intersección de las calles Chacabuco y Roca, en Avellaneda. El conflicto comenzó por una disputa por un asiento en el aula luego de la salida del comedor escolar y escaló rápidamente a una pelea.

Según relatan los familiares de Isaías a través de redes sociales, el agresor, un compañero de 16 años identificado como Luciano R., atacó sin motivo más allá de la discusión inicial. La golpiza incluyó golpes en el pecho y estómago, que terminaron con Isaías en estado crítico.

Denuncias sobre la falta de intervención y asistencia

El episodio se agravó por la presunta inacción de la docente presente, Rosana Santos. De acuerdo con la familia, la profesora no solo no intervino para detener la pelea sino que impidió que Isaías pudiera defenderse, sujetándolo de los brazos mientras recibía los golpes.

Además, se denuncia que Isaías sufrió un paro cardiorrespiratorio dentro del colegio y estuvo sin signos vitales durante aproximadamente 20 minutos sin atención médica adecuada.

Dos compañeros tuvieron que salir del establecimiento a buscar ayuda policial para trasladar al alumno al Hospital Fiorito de Avellaneda, donde fue reanimado y permanece en terapia intensiva con coma inducido y asistencia respiratoria mecánica.

Investigación judicial y antecedentes

El agresor fue detenido, imputado por tentativa de homicidio y permanece a disposición de la Justicia. El caso está bajo la órbita de la Fiscalía de Menores N°6 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora. La familia ha alertado que el agresor ya había atacado a Isaías con anterioridad, en marzo, con un incidente en el que usó una lapicera para herirlo.

Las autoridades educativas realizan un seguimiento para esclarecer el caso y evaluar la actuación del personal durante el episodio.

Este hecho encendió la alarma sobre la violencia en las escuelas y la respuesta institucional ante situaciones críticas. La familia de Isaías reclama mayor protección y protocolos claros para prevenir y actuar frente a agresiones. También plantea dudas sobre la supervisión y capacitación del personal docente para intervenir en conflictos.

El caso de Avellaneda invita a reflexionar sobre la seguridad en el ámbito escolar y la responsabilidad compartida de la comunidad educativa, las familias y el Estado. Mientras Isaías permanece en estado grave, la discusión pública sobre prevención, protocolos de emergencia y medidas disciplinarias en las escuelas adquiere un sentido más urgente y necesario.

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