La estrategia electoral de Ricardo y Lucía Alfonsín es un juego de contrastes. Por un lado, utilizan una estética indie que se vale de los planos simétricos, los colores pastel y la nostalgia, que son sellos distintivos de la filmografía de Wes Anderson. Por otro, utilizan el humor de las películas de los años 80 para enviar un mensaje político.
En un clip, titulado “Manual ilustrado: Ricardo Alfonsín, en la Boleta Única de Papel”, grabado en un hotel de Bahía Blanca, el candidato recrea una escena de Los bañeros más locos del mundo, con un guiño a la época de la vuelta a la democracia. En el spot, Alfonsín, vestido con un piluso rojo, explica a cámara cómo votar en las elecciones de octubre, y hace una mención a su compañera de lista, Mariana Cassese, una dirigente de raíces peronistas de Morón, que lo secunda en la boleta.
El candidato, que se embarcó en un “road trip” por el interior de la provincia, busca con su campaña “hacer pie” en el universo digital, que es el terruño de los libertarios. A pesar de que la polarización es la lógica que impera en las redes sociales, Alfonsín se ilusiona con “obtener un buen resultado para meter uno o dos diputados”, y confía en que su mensaje de “una vuelta a los valores de antes” calará hondo en el electorado bonaerense.