Scott Bessent, secretario del Tesoro norteamericano, confirmó que la ayuda a Argentina no es un desembolso directo sino una línea de intercambio de monedas (swap). El apoyo llega en un contexto de agitación económica y política, antes de las elecciones legislativas y tras negociaciones con el gobierno de Javier Milei.
En medio de un escenario de alta volatilidad cambiaria y caídas en los bonos argentinos, Estados Unidos ratificó su respaldo a la economía nacional mediante la negociación de una línea de swap por 20.000 millones de dólares con el Banco Central de Argentina (BCRA). Así lo confirmó Scott Bessent, secretario del Tesoro de EE.UU., quien aclaró que no se trata de un desembolso directo de dinero, sino de un mecanismo financiero para estabilizar las reservas y el mercado cambiario del país.
“Sólo para dejarlo claro: le estamos otorgando una línea de swap. No estamos poniendo dinero en la Argentina”, remarcó Bessent en una entrevista con CNBC. El funcionario también informó que podría incluirse la compra de bonos argentinos en dólares, de acuerdo con las condiciones del mercado y la necesidad de apoyar la estabilidad financiera.
Las conversaciones entre el Tesoro estadounidense y el equipo económico argentino, encabezado por el ministro Luis Caputo, avanzan de manera positiva. Bessent destacó que un equipo argentino visitará Washington para continuar discutiendo las alternativas de asistencia financiera. Además, resaltó la importancia del éxito de las políticas económicas del gobierno de Milei, no solo para Argentina, sino para la región y los países del G7.
Este anuncio se da en un contexto complejo: el peso argentino ha sufrido una caída acumulada cercana al 7% en la semana, alcanzando un valor de $1.450 por dólar, con una fuerte intervención del Banco Central para contener la depreciación. Milei, por su parte, mantiene una estrecha sintonía con el gobierno de Donald Trump y tiene previsto reunirse con él en la Casa Blanca el próximo 14 de octubre, en un encuentro que se espera confirme el apoyo financiero externo.
A pesar del optimismo oficial, el escenario económico muestra incertidumbre ante posibles cambios en el régimen cambiario y la eliminación de las bandas de flotación. En paralelo, expertos advierten que esta línea de swap podría implicar un uso significativo de los fondos del Fondo de Estabilización Cambiaria estadounidense, generando debates sobre su impacto y condicionamientos futuros.
En resumen, la línea de swap constituyó un gesto estratégico para sostener la estabilidad del peso y los bonos argentinos en un momento de turbulencia financiera. El seguimiento de las negociaciones y los ajustes políticos serán clave para el desarrollo económico y la gestión del gobierno de Milei en los meses venideros.
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