Francia afronta un nuevo capítulo de inestabilidad política tras la sorpresiva renuncia de Sébastien Lecornu como primer ministro, anunciada este lunes 6 de octubre de 2025. Apenas 13 horas después de haber presentado la composición de su gabinete, Lecornu puso su cargo a disposición del presidente Emmanuel Macron, quien aceptó la dimisión.
Esta renuncia se produce en un contexto de crisis que ha llevado a Francia a tener cinco primeros ministros en menos de dos años, con Lecornu convertido en el jefe de Gobierno con el mandato más breve de la historia republicana, un total de apenas 27 días en el cargo.
La decisión de Lecornu está vinculada a la fractura interna en el bloque gubernamental. Uno de los socios clave, el partido conservador Los Republicanos, manifestó públicamente su descontento por la representación que le fue asignada en el nuevo gabinete. Bruno Retailleau, líder de la formación, convocó a una reunión para definir si abandonaban el Ejecutivo, lo que habría hecho imposible la continuidad del Gobierno, que ya no contaba con mayoría parlamentaria.
En su declaración pública, Lecornu explicó que “no se puede ser primer ministro cuando no se dan las condiciones para gobernar“. Deploró los “apetitos partidistas” y la falta de voluntad de los partidos para ceder, pese a que durante semanas intentó negociar con todo el arco parlamentario, acercando posturas y mostrando disposición para flexibilizar posiciones.
Además, criticó la tensión en la conformación del gobierno dentro del núcleo común, formado por partidos de centro y derecha, donde surgieron “deseos partidistas, a veces relacionados con las próximas elecciones presidenciales de 2027“. También mencionó la ruptura ocasionada por la decisión de no aplicar el artículo 49.3 de la Constitución, herramienta que permite legislar sin el acuerdo previo del Parlamento y que fue motivo de controversia durante su mandato.
La renuncia de Lecornu deja a Macron sin su tercer primer ministro en menos de un año, intensificando la crisis política y abriendo varias incertidumbres sobre el futuro inmediato del país. Entre las opciones que se barajan está la posibilidad de convocar elecciones legislativas anticipadas para intentar recomponer la mayoría parlamentaria.
El Palacio del Elíseo confirmó la aceptación de la dimisión y anunció que se evalúan los pasos a seguir, en un escenario en el que Francia enfrenta una situación inusual de volatilidad política y falta de estabilidad en el Ejecutivo.