En 2015, señalaron, ocurrió un caso similar cuando Fernando Niembro renunció y no se reimprimieron boletas sin afectar la validez electoral. Además, remarcaron el impacto económico en un contexto con fuertes restricciones presupuestarias.
El ministro del Interior, Guillermo Francos, afirmó que si la Justicia determina que la responsabilidad económica recae en La Libertad Avanza, ese partido deberá cubrirla, aunque reconoció que carecen de los fondos necesarios y que buscarán apoyo mediante donaciones u otros mecanismos.
Por su parte, desde LLA se solicitó formalmente la reimpresión de todas las boletas para la provincia, argumentando la necesidad de mantener la transparencia con la nómina actualizada.
En la arena política, la cuestión generó rechazo en varios sectores opositores, que denunciaron la medida como un gasto innecesario para la sociedad, que ya afronta dificultades en otras áreas prioritarias como salud y educación.
Legisladores de Fuerza Patria y Movimiento de Jubilados y Juventud denunciaron un perjuicio económico por la reimpresión, comparando con los gastos electorales de años anteriores, que se han incrementado notablemente en términos reales.
La disputa por la reimpresión de boletas refleja un choque entre interpretaciones legales, costos económicos y estrategias políticas, con la Justicia Electoral como árbitro en espera de la resolución definitiva.
La decisión implicará un balance entre garantizar la claridad en las propuestas electorales y administrar el gasto público en un contexto de gran presión fiscal.