El gobierno subastó terreno clave del Ejército

El empresario Eduardo Costantini adquirió un predio histórico vinculado al Regimiento de Patricios, donde planea construir un complejo mixto. La operación generó debate por el impacto patrimonial y urbano.

La reciente adquisición por parte de Costantini de un terreno valuado en U$D 127 millones, ubicado en el barrio porteño de Palermo, se constituye en un acontecimiento relevante tanto para el mercado inmobiliario como para el patrimonio histórico y urbano de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El predio pertenecía al Ejército Argentino y estaba vinculado al emblemático Regimiento de Patricios, uno de los símbolos militares más antiguos del país.

Desde el punto de vista urbanístico, el terreno se encuentra frente a un shopping importante y su desarrollo previsto para espacios comerciales, residenciales y corporativos revela un interés privado en transformar zonas con alta valorización.

La empresa promotora anunció proyectos que buscan modernizar el área y aprovechar su ubicación privilegiada, aunque todavía no se dieron a conocer detalles específicos del diseño o plazos de ejecución, un aspecto clave para evaluar los impactos futuros en la comunidad local y la infraestructura urbana.

Luis Petri, Ministro de Defensa de la Nación, defendió la operación al señalar que la subasta busca “optimizar los recursos del Estado y modernizar la infraestructura sin sacrificar el legado histórico”.

Petri aseguró que el Ministerio mantendrá un rol activo en la supervisión del proyecto para que cualquier desarrollo respete la memoria del Regimiento de Patricios y se preserve su identidad en el contexto urbano.

Además, enfatizó que la venta “permite financiar necesidades prioritarias de las Fuerzas Armadas, contribuyendo simultáneamente al crecimiento urbano responsable”.

Políticamente, la subasta generó una fuerte polémica. Diversos sectores, incluyendo representantes de la oposición y organizaciones civiles, manifestaron su preocupación por la posible pérdida del patrimonio histórico y la funcionalidad tradicional del Regimiento de Patricios.

Estas voces alertaron sobre riesgos de desmembrar un bien público de alto valor simbólico en pos de estrategias económicas, lo que abrió un debate sobre la gestión de activos militares y patrimoniales en la agenda pública.

Desde la perspectiva administrativa, el proceso licitatorio se desarrolló conforme a la normativa vigente, con la intención gubernamental clara de capitalizar inmuebles para financiar otras prioridades estatales.

Se impuso la transparencia en el procedimiento, aunque la disputa política revela tensiones entre objetivos económicos y conservación cultural que no siempre resultan fáciles de resolver.

El escenario proyecta un desafío constante para la Ciudad de Buenos Aires: cómo equilibrar la dinámica del mercado inmobiliario y la inversión privada con la protección del patrimonio y el desarrollo urbano sostenible.

Los próximos meses serán claves para observar si el proyecto de Costantini se alinea con estas demandas y si la memoria histórica del Regimiento de Patricios consigue preservarse en el contexto de transformaciones urbanas profundas.

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