Milei llegó a Mar del Plata acompañado por su hermana Karina, los candidatos Diego Santilli y Karen Reichardt, y el armador político Nicolás Pareja. Al bajar de la camioneta oficial, recibió insultos desde un balcón, a lo que respondió con una chicana: “Tranquilo que igual te estoy arreglando la vida”.
Durante la caminata, el presidente subió al techo de una camioneta y se dirigió a sus simpatizantes con un megáfono.
En su discurso, Milei planteó la disyuntiva entre volver a un modelo de inflación y pobreza o seguir un camino que ha logrado reducir estos problemas, con la meta de eliminarlos. Reconoció que la situación económica es dura y llamó a no aflojar el esfuerzo, enfatizando que lo que ocurra en las elecciones del 26 de octubre es “determinante”.
El recorrido estuvo acompañado de cánticos de apoyo, pero también de protestas que reunieron a jubilados, militantes y vecinos que denunciaron las políticas de ajuste impulsadas desde su gestión.
Los manifestantes elevaron consignas y carteles en contra del gobierno y de Milei en particular, con alusión a su hermana Karina, secretaria general de la Presidencia, en medio de acusaciones que incluyen presuntas coimas.
Para evitar enfrentamientos, despliegan un operativo conjunto de Policía Federal, Gendarmería Nacional y Prefectura.
Javier Milei intentó avanzar sólo una cuadra sobre Güemes acompañado por Santilli, en medio de una escena complicada con presencia de las fuerzas policiales.
La tensión se anticipó durante el día por marchas previas de la izquierda y jubilados en rechazo a la visita presidencial.