Ejército Birmano Bombardeó Acto Civil

Un parapente motorizado bombardeó a la multitud reunida en la región de Sagaing, dejando más de 20 muertos y 50 heridos. La junta militar libra una guerra interna que intensifica la crisis humanitaria.

El bombardeo ha generado una ola de condena internacional. Foto: Web.

Este lunes, durante la celebración budista de la Fiesta de las Luces en la aldea de Bon To, región de Sagaing, en el centro de Myanmar, un ataque desde el aire realizado con un parapente motorizado causó la muerte de al menos 24 personas, incluidos niños, según testimonios de testigos y grupos de resistencia local.

La concentración, que reunió a más de 100 personas en un recinto educativo, era también una vigilia pacífica que clamaba por la liberación de prisioneros políticos, entre ellos la líder depuesta Aung San Suu Kyi, detenida desde el golpe de Estado de 2021.

El paramotor lanzó dos bombas alrededor de las 19:15 horas, ocasionando explosiones que produjeron víctimas fatales inmediatas y heridas en más de 50 asistentes.

De acuerdo con un combatiente de la resistencia, el aparato regresó horas después para arrojar otras dos bombas adicionales sin causar víctimas nuevas.

Pese a que se emitieron alertas previas a través de redes celulares y dispositivos de radio para advertir sobre la presencia del parapente, muchos no lograron dispersarse a tiempo.

“La gente sostenía velas y un minuto después estaban en el suelo destrozados. Había niños entre las víctimas”, relataron testigos que pidieron anonimato.

Amnistía Internacional condenó el ataque con dureza y pidió protección urgente para la población civil. En un comunicado, Joe Freeman, investigador para Myanmar de la ONG, señaló que la comunidad internacional parece haber olvidado el conflicto, permitiendo así que la junta perpetrara crímenes de guerra con impunidad.

Desde el golpe militar en febrero de 2021, Myanmar atraviesa una guerra civil con más de 7.300 personas asesinadas y alrededor de dos millones desplazadas, según datos de organizaciones no gubernamentales.

La Junta Militar ha incrementado el uso de tácticas aéreas, incluyendo parapentes motorizados, que aunque rudimentarios, resultan efectivos ante la carencia de defensas en las fuerzas de resistencia.

El portavoz de la junta no respondió a las solicitudes de comentarios. En ocasiones anteriores, el ejército ha negado atacar intencionalmente a civiles, pero grupos armados y defensores de derechos humanos sostienen que los bombardeos aéreos contra aldeas forman parte de la estrategia militar habitual.

El ataque aéreo en Bon To refleja la gravedad y el creciente nivel de violencia en Myanmar, un conflicto con consecuencias humanitarias que sigue agravándose.

Mientras la comunidad internacional debate su respuesta, la protección de la población civil continúa siendo un desafío urgente y pendiente.

Nota escrita por:
Te recomendamos...
El consumo masivo cayó 3,7% en septiembre

El dato refleja una marcada retracción en el poder de compra y una clara fragmentación, con una migración de los formatos tradicionales hacia canales que ofrecen mejores precios o mayor conveniencia.