El día de hoy marca un punto de inflexión en el conflicto de Oriente Próximo con la liberación total de los rehenes vivos que mantenía Hamás en Gaza. En una operación supervisada por el Comité Internacional de la Cruz Roja, los últimos 20 cautivos israelíes fueron entregados en dos tandas: siete al norte y 13 al sur del enclave palestino. Tras cruzar a territorio israelí, recibieron atención médica y acompañamiento familiar en Tel Aviv, donde cientos de personas aguardaban emocionadas.
Entre los liberados se encuentran tres argentinos: los hermanos Ariel y David Cunio, y Eitan Horn, quienes fueron secuestrados en comunidades cercanas a la frontera con Gaza durante el ataque del 7 de octubre de 2023. Tras más de 700 días en cautiverio, pudieron mantener videollamadas con sus familias minutos antes de ser liberados y rápidamente recibieron atención médica en la base militar de Reim antes de ser trasladados a hospitales en las afueras de Tel Aviv.
Este paso se da en el marco de un acuerdo de alto el fuego impulsado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha sido recibido con ovaciones en el Parlamento israelí y celebró como un “nuevo comienzo” la culminación de este proceso. Trump aseguró que la guerra ha terminado y que Hamás comenzará a desarmarse conforme a los compromisos asumidos.
No obstante, el discurso del mandatario estadounidense en la Knéset suscitó tensiones internas. Dos diputados de la coalición árabe-judía Hadash Ta’al, Ayman Odeh y Ofer Cassif, fueron expulsados del recinto tras interrumpir el acto con pancartas que reclamaban el reconocimiento de un Estado palestino. Ambos políticos denunciaron la ocupación y el apartheid, llamando a una paz justa que incluya a los dos pueblos, un mensaje que resonó en las redes sociales bajo el texto “Reconozcan esta simple realidad, aquí hay dos pueblos y nadie se mueve de aquí”. La seguridad parlamentaria actuó con rapidez para restablecer el orden, y Trump mismo bromeó sobre la eficiencia con la que se removió a los manifestantes.