Con el correr de los meses y la incertidumbre en el gobierno de Javier Milei, el mapa político argentino comienza a reordenarse. Un reciente estudio de CB Consultora Opinión Pública, que incluyó 17.959 casos en 23 provincias, muestra una tendencia clara hacia la consolidación de gobernadores provinciales como actores competitivos con proyección nacional hacia 2027.
El gobernador tucumano Osvaldo Jaldo lidera la lista con un 61,2% de imagen positiva, seguido muy de cerca por Gustavo Valdés, con un 60,9%, e Ignacio Torres con un 59,1%. Estos mandatarios, junto con otros de renombre como Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Martín Llaryora (Córdoba), integran el bloque Provincias Unidas, que apunta a construir una agenda común de corte federal, productivista y de equilibrio institucional.
En contraste, los gobernadores con peor imagen tienen porcentajes que rondan entre el 44% y 47%, como es el caso de Alberto Weretilneck (Río Negro) y Ricardo Quintela (La Rioja).
La encuesta refleja además un crecimiento sostenido en la imagen de dirigentes como Axel Kicillof, gobernador de Buenos Aires (+2,9%), mientras que, por ejemplo, Rolando Figueroa ha visto caer su valoración un -3,4%.
El bloque Provincias Unidas defiende una alternativa a la polarización nacional y busca consolidar un espacio federal capaz de incidir en la agenda política nacional. Según uno de sus voceros, “trabajar con los gobernadores es la única forma de generar una expectativa y demostrar que es posible una Argentina verdaderamente federal”.
Ante la proximidad de las elecciones legislativas, este fenómeno adquiere relevancia, pues muestra un escenario de posibles tercios en el mapa político, donde estos líderes provinciales podrían ofrecer una tercera vía efectiva, más allá de la grieta entre Milei y el peronismo tradicional.