La terrible noticia del doble femicidio ocurrido en Villa Serrana, Córdoba, dejó al descubierto el drama familiar y social que rodeaba a Pablo Laurta, acusado de ser el autor del crimen y del secuestro de su hijo menor de cinco años. En medio de la conmoción, su madre, Estrella Varela, confesó que, tras la detención de su hijo en febrero de 2024 por violar la restricción perimetral impuesta por su expareja, ella misma había pedido a las autoridades que no lo soltaran debido a sus problemas de violencia.
“No puedo creer que yo haya dado a luz a un asesino”, expresó Varela entre lágrimas, mientras detallaba que en aquella ocasión su hijo permaneció detenido durante un mes y que ella pidió que fuera internado para recibir ayuda psicológica, ya que no aceptaba la separación de Luna Giardina.
El espacio de violencia que atravesaba la pareja quedó de manifiesto, ya que Laurta fue detenido luego de subirse al techo de la casa de Giardina para espiarla, y se constataron reiteradas violaciones a la perimetral. La madre del acusado lamentó profundamente el destino trágico que tomó la situación, señalando que “mi hijo mató a dos mujeres por odio” y que debía enfrentar una condena de cadena perpetua sin posibilidad de salir.
Paralelamente, se difundió un audio premonitorio de Luna Giardina en el que la víctima anticipaba su miedo y desconcierto frente a la conducta de su expareja. En un mensaje, Luna relataba una propuesta para coordinar el cumpleaños de su hijo en Uruguay con varias restricciones, entre ellas la exclusión de su madre y tía, y la posibilidad de que su hijo fuera trasladado fuera del país contra su voluntad.
“Con alguien así no sabés qué puede llegar a hacer”, decía Luna, reflejando la gravedad del conflicto que vivía y la inseguridad constante que sentía en su vida cotidiana. Además, informó que el mensaje había sido derivado a sus abogadas como parte de una estrategia legal para protegerse.
Esta historia pone de manifiesto el profundo problema que representa la violencia de género y la complejidad de proteger a las víctimas en situaciones donde existen amenazas latentes, especialmente cuando la justicia no logra anticipar la escalada de violencia que puede terminar en tragedia.