Mientras sectores opositores cargaron con expresiones de burla y escepticismo —usando memes y frases como “Trump 2025 – Milei vice” o calificando el evento como un “show mediático”—, grupos libertarios intentaron destacar el impacto positivo, instalando conceptos como “reconocimiento internacional” y “apoyo al plan económico” de Milei.
El análisis semántico reveló palabras recurrentes como “libertad”, “apoyo”, “acuerdo” y “trabajo”, señalando una polarización emocional más compleja que una simple aceptación o rechazo, con segmentos del público manifestando tanto esperanza como desconfianza.
En términos simbólicos, la narrativa de redes refuerza la que para muchos es una foto de poder desigual, en la que Argentina busca respaldo externo para legitimar un proyecto interno con desafíos políticos significativos.
Además, los comentarios críticos expresan no solo enojo sino una profunda desconfianza hacia el relato de éxito que el gobierno argentino intentó construir tras el encuentro, mostrando que si bien el evento generó visibilidad, la recepción en el ámbito digital no fue unánimemente favorable.
Este fenómeno en redes refleja una compleja coyuntura política y social, en la que la estrategia comunicacional y la percepción pública juegan un papel crucial para los equipos de campaña y el propio liderazgo de Milei de cara a las elecciones de octubre.