La investigación del brutal triple femicidio narco en Florencio Varela dio un importante giro luego de que la Fiscalía recibiera de la Policía nacional peruana a través de un canal extraoficial, los alias de los presuntos capos que habrían ordenado desde Perú los asesinatos de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez.
Estos datos coincidieron con la detención en Lima de Tony Janzen Valverde, alias “Pequeño J”, acusado de ser un gerente de dealers vinculado al delito, y de Matías Ozorio, su mano derecha, capturados en plena fuga.
Los fiscales argentinos indagan ahora en las comunicaciones telefónicas interceptadas para confirmar la relación entre los apodos y la organización criminal, reforzando la hipótesis de un mando superior, más allá de los imputados locales.
Numerosos testimonios de arrepentidos apuntan a una estructura jerárquica con un “abuelo” y un “papá” como máximos responsables, que estarían fuera del territorio argentino dirigiendo las actividades ilícitas de la banda.
Paralelamente, la Justicia firmará próximamente la prisión preventiva de los nueve detenidos y el caso pasará al fuero federal de Morón, para investigar la organización criminal en su totalidad.
Mientras, “Pequeño J” sigue detenido en Perú a la espera de su extradición, y al menos tres integrantes de la banda permanecen prófugos con alertas internacionales.
Este avance en la causa representa un paso fundamental para desarticular la red narco y procurar justicia para las víctimas y sus familias.