El peronismo polariza al máximo con el Gobierno y espera las elecciones con moderado optimismo

Con la vista puesta en el domingo 26 de octubre, el peronismo apuesta a frenar el avance de Javier Milei y plantea una disputa de modelos políticos enfrentados, mientras busca mantener y ampliar sus victorias provinciales.

En la previa a las elecciones legislativas del próximo domingo, el peronismo mantiene un moderado optimismo repartido en todo el país. Aunque reconocen la complejidad del panorama, confían en hacer una buena elección considerando con especial atención los resultados por provincia, ya que la Cámara Nacional Electoral resolvió presentar los votos desagregados distrito por distrito.

Las encuestas que maneja el Partido Justicialista (PJ) nacional muestran que La Libertad Avanza (LLA), la fuerza del presidente Javier Milei, podría ganar a nivel nacional, pero no necesariamente traducirse en un dominio total del mapa electoral, que se espera variopinto y equilibrado. El peronismo aspira a triunfos en provincias clave como Tucumán, Catamarca, La Rioja, Formosa, La Pampa y Buenos Aires, con disputas cerradas previstas en Chaco, Entre Ríos, Santa Fe, Río Negro y Santa Cruz.

El oficialismo provincial de Santiago del Estero, aliado del peronismo, se perfila también para conservar su hegemonía. En conjunto, el peronismo reconoce sus dificultades en algunas regiones pero reafirma su unidad moderada, equilibrando la atomización interna para tener una campaña competitiva.

Los líderes Cristina Kirchner, Axel Kicillof y Sergio Massa enfatizaron la importancia de militar el voto hasta el último día, persuadiendo a los electores sobre el uso correcto de la Boleta Única Papel (BUP). En sus discursos, subrayaron que solo Fuerza Patria representa la alternativa para frenar las políticas libertarias de Milei, construyendo así un relato de polarización extrema que busca absorber votos del centro político.

Para el peronismo, la elección será una confrontación entre dos modelos antagónicos: la continuidad del proyecto oficialista y el giro radical propuesto por Milei. Si bien admiten que persiste un rechazo hacia la gestión de Alberto Fernández, también reconocen el malestar por la caída del nivel de vida en los primeros dos años del gobierno libertario.

Este escenario electoral reaviva la tensión política en Argentina, con un Congreso que podría quedar muy fragmentado y que demandará acuerdos amplios para la gobernabilidad futura.

Nota escrita por:
Te recomendamos...