La economía llega a los comicios con signos de recesión

La economía real argentina se estancó, con el EMAE cayendo 0,1% trimestral. Pese al crecimiento del agro y la minería, la industria y el comercio están golpeados. Las altas tasas y el freno al consumo anticipan una posible recesión técnica.

Industria

A pocos días de las elecciones legislativas, la economía real en Argentina se encuentra en un punto de inflexión. El panorama está marcado por un estancamiento que, según los analistas, se asemeja a los techos productivos de la última década y media. Fausto Spotorno, director del centro de estudios Orlando Ferreres, resumió a que la economía “ha llegado a un punto máximo que no está pudiendo superar”, un nivel que el país no logra trascender desde 2011, 2013, 2017 y 2022.

El último dato del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del INDEC, que mostró una contracción mensual del 0,1% en julio, se suma a las proyecciones que ya hablan de recesión. Por caso, el indicador PulsoPBA registró una caída del 1,8% en el tercer trimestre, un retroceso que neutraliza el leve rebote observado a principios de año.

Un crecimiento con matices: La locomotora del agro y la crisis industrial

La principal característica del escenario actual es la heterogeneidad. Si bien sectores clave como minería, agro, petróleo y gas han logrado crecer, el impacto no alcanza para compensar la crisis de las ramas productivas tradicionales, que han sido golpeadas por la caída del consumo y el aumento de las importaciones.

  • Agro e hidrocarburos: el campo exhibe fortaleza. La campaña agrícola 2025/26 proyecta 37,8 millones de hectáreas sembradas, el tercer mayor registro histórico. La producción lechera alcanzó un “máximo histórico” en agosto, con un volumen 18% superior al de 2024. El sector minero-petrolero continúa su ciclo expansivo, con la refinación del petróleo como la “excepción destacada” en la industria.

  • Industria y construcción: estos rubros se encuentran en un momento crítico. La producción de maquinaria agrícola registró su nivel más bajo en seis meses, con caídas del 12% interanual. La construcción se recupera “muy lentamente”, lastrada por el “exceso de inventario” inmobiliario y el alto costo de edificación.

La consultora Vectorial advierte que el deterioro industrial es “un signo inequívoco del programa económico del gobierno nacional, que deliberadamente no posee un enfoque industrial”, sino que prioriza la desinflación a costa de la actividad productiva.

Volatilidad y expectativas negativas

La incertidumbre financiera agrava la recesión. La economista Agustina Monti señaló que la volatilidad cambiaria no permite la planificación empresarial, ya que “el tema de que nunca sepas a cuánto va a estar el dólar no te permite planificar, hasta corto plazo es difícil”. A esto se suma que el financiamiento para las pymes es “casi imposible” con las altas tasas de interés, que llegaron a tocar el 190% en los adelantos en cuenta corriente.

Las ventas minoristas pymes cayeron un 4,2% interanual en septiembre, trazando una trayectoria que va de una fugaz recuperación a una nueva caída. La consultora Vectorial concluye que, mientras la producción local se contrae, las importaciones crecen, generando un “círculo vicioso” que reduce la demanda de productos nacionales y refuerza la dependencia externa. La situación, en definitiva, es un reflejo de que las expectativas negativas se han apoderado de la economía real.

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