A 23 años del asesinato de María Marta García Belsunce, la justicia argentina finalmente cerró un capítulo que parecía interminable. La socióloga fue hallada sin vida el 27 de octubre de 2002 en su casa del country El Carmel, en un hecho que inicialmente fue catalogado como un accidente doméstico. El informe médico inicial indicaba que no había señales de disparos, y se supuso que un resbalón en la bañera seguido de un golpe con el grifo le había causado la muerte por asfixia.
Sin embargo, la verdad tardaría casi dos meses en salir a la luz: una autopsia reveló que García Belsunce había recibido seis disparos en la cabeza. Lo que siguió fue una saga judicial con giros dramáticos y prolongados años de investigación y disputas legales.
En un principio, las sospechas recayeron sobre Carlos Carrascosa, marido de la víctima, quien fue condenado y pasó casi seis años en prisión. Pero su condena fue anulada en 2016 y fue absuelto, dejando abierta la incógnita sobre el verdadero autor del crimen.
La causa se reabrió en 2022, con el vecino del country, Nicolás Pachelo, y dos vigiladores como principales acusados. Aunque Pachelo fue inicialmente absuelto del homicidio, fue condenado por robos en barrios privados. Dos años después, la Sala I de Casación bonaerense revisó y revirtió esa decisión, condenando a Pachelo a prisión perpetua.
Según la justicia, el homicidio fue cometido por Pachelo para asegurar la impunidad del robo que estaba ocurriendo en esa misma casa. Los jueces explicaron que la muerte fue “una rápida derivación de un hecho originalmente encaminado a la sustracción de cosas ajenas”, con un “fatal encuentro en la planta superior de la casa de la víctima con el ladrón conocido”.
Este caso se transformó en uno de los procesos judiciales más emblemáticos y complejos de la historia de Argentina, marcando una larga lucha por justicia que se extendió por más de dos décadas, hasta que finalmente la verdad pudo salir a la luz.