El debut nacional de la Boleta Única de Papel (BUP) en las elecciones legislativas del 26 de octubre de 2025 fue un éxito destacado por la Cámara Nacional Electoral, que celebró la transparencia, la equidad y la agilidad en el proceso de votación y escrutinio. Esta modalidad, que reemplazó a las tradicionales boletas partidarias y sobres, simplificó la experiencia electoral al ofrecer a los votantes una única hoja con la totalidad de opciones, ordenadas en columnas por partido y en filas por categoría electoral.
Si bien no se registraron denuncias ni irregularidades durante la jornada, se advirtió un aumento en el porcentaje de votos nulos, que pasó del 1,8% en las legislativas previas al 2,46% en esta ocasión. Este incremento fue atribuido principalmente a errores de los electores al marcar la cruz en la boleta, situación que suele producirse en la primera utilización de un nuevo formato electoral. En contraste, los votos en blanco mantuvieron una proporción cercana al 2,7%, asociada más a actitudes de insatisfacción con la oferta electoral que a fallas técnicas.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, destacó que la BUP garantiza la igualdad de condiciones para todas las fuerzas políticas y facilitó un escrutinio rápido, con datos provisionales disponibles en tiempos récord. Este sistema se sitúa como un avance significativo en la calidad y transparencia democrática del país, fruto de 20 años de trabajo conjunto entre distintos sectores políticos y la sociedad civil.
El sistema funcionó con modelos diferenciados según la jurisdicción: en algunas provincias se votaron diputados y senadores con dos marcas en la boleta, mientras que en el resto del país solo se eligieron diputados nacionales con una sola marca. El proceso contempló la entrega de la única boleta y una lapicera para la votación, con indicaciones claras sobre cómo proceder en caso de errores.
Este cambio histórico en la forma de votar en Argentina representa un paso firme hacia una mayor modernización electoral y una oferta más clara para los ciudadanos, con miras a futuras elecciones presidenciales. La experiencia también será objeto de análisis por parte de la Cámara Nacional Electoral para evaluar el impacto definitivo y posibles ajustes de cara a 2026.