Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, informó esta mañana que no fue invitado por el presidente Javier Milei a la reunión con gobernadores que se llevará a cabo a las 17 horas en Casa Rosada. “No me llamaron ni para decirme ‘no te invitamos’. Ni para una cosa, ni para la otra”, señaló en una entrevista para Radio 10.
El mandatario expresó que hubiese asistido si hubiera recibido la invitación, y cuestionó la exclusión como un reflejo de “las limitaciones” del presidente Milei. “Que no estemos de acuerdo y que no pueda sentarse a discutir puntos de vista habla de las limitaciones que tiene o de los planes que tiene”, afirmó, apuntando a una diferencia profunda en el enfoque político.
Minutos antes, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, defendió la decisión de no convocar a Kicillof, asegurando que él “siempre plantea sus diferencias ideológicas” y que llamar a gobernadores con posturas firmemente opuestas sería “perder el tiempo”.
Kicillof enfatizó que es fundamental que el Presidente pueda “convivir con las diferencias”, destacando que la exclusión suya, de Gildo Insfrán (Formosa) y Ricardo Quintela (La Rioja) – los gobernadores más críticos del Gobierno nacional – representa marginar a la “mitad del país”.
Además, el gobernador bonaerense advirtió sobre la importancia de su provincia, que concentra el 40% de la población y la mayor parte de la recaudación fiscal. “En temas fiscales aportamos 40% de la recaudación. En temas laborales, tenemos el grueso de la fuerza de trabajo, la industria. También las mayores dificultades que produce el programa de Milei”, enumeró.
Asimismo, deslizó una crítica política al mencionar que el Gobierno estaría “construyendo la foto que le pidieron Donald Trump y Scott Bessent”, en referencia al respaldo externo condicionado a encuentros con otros líderes.
El gobernador resaltó su voluntad de “intercambiar respetuosamente” con Milei y negó haber incurrido en insultos o maltratos, pese a que afirmó que el presidente “lo tiene como deporte” y que él es “número fijo para el insulto”.
Finalmente, reclamó por los fondos que la gestión libertaria no transfirió a la provincia, tema que incluso llegó a la Corte Suprema. Denunció que se tomaron “decisiones ilegales” que afectaron el funcionamiento de Buenos Aires y otras provincias. “La Provincia no puede funcionar sin un gobierno nacional que se haga responsable”, concluyó, criticando que Milei tiene “un desprecio fuerte por el federalismo y la división de poderes” y lamentando que no acepte críticas ni otras voces.