El oficialismo y sus aliados obtuvieron hoy el dictamen de mayoría para el proyecto de presupuesto 2026 en la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, tras un cerrado empate con la oposición que fue desempantado por el presidente del cuerpo, Bertie Benegas Lynch. El dictamen oficialista reunió 21 firmas, incluyendo la del diputado y futuro ministro del Interior, Diego Santilli.
La bancada opositora de Unión por la Patria, que contó con 20 firmas, presentó un dictamen de rechazo, mismo camino que tomó la izquierda, que planteó su propio dictamen en contra de la iniciativa oficial. Por otra parte, Encuentro Federal elaboró un dictamen con una decena de modificaciones, respaldado por seis firmas, muchas orientadas a atender las demandas de los gobernadores provinciales, aunque sin modificar el equilibrio fiscal propuesto.
El oficialismo confía en tratar el presupuesto en sesiones extraordinarias luego de las elecciones legislativas y mantiene la expectativa de asegurar el guiño de los gobernadores para introducir cambios puntuales antes del debate en el recinto, previsto para después del 10 de diciembre.
Este resultado simboliza una victoria estratégica para el Gobierno encabezado por Javier Milei, que ahora deberá negociar con distintos sectores legislativos para garantizar la sanción definitiva en un Congreso que se renovará y prevé un escenario aún más fragmentado.
El presupuesto 2026 plantea un superávit fiscal primario del 1,5% del PBI, un crecimiento económico estimado del 5%, una inflación del 10,1% y un dólar para fin de año proyectado en 1423 pesos, junto con incrementos significativos en exportaciones e importaciones.
Fuentes del oficialismo subrayaron que no hay margen para prorrogar el presupuesto 2023 por tercera vez consecutiva y recalcaron que el equilibrio fiscal es innegociable, alineado con las demandas internacionales del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las diferencias y disidencias dentro del propio oficialismo indican que la ley que se vote definitivamente incorporará algunas modificaciones, aunque la Casa Rosada aún no ha dado señales claras sobre hasta dónde está dispuesta a ceder.