La rutina judicial de la expresidenta está lejos de terminar. A la condena firme en la causa Vialidad y al juicio que comienza hoy, se suman los expedientes por Hotesur y Los Sauces, y la causa por el memorando con Irán, cuyo juicio podría comenzar en 2026. Esta intensa actividad judicial, sumada a su prisión domiciliaria, resta “margen para conducir al peronismo”, un partido que se encuentra en un momento de tensión interna.
En el Partido Justicialista, de hecho, se le reprochó más a la expresidenta su “baile en el balcón” tras la derrota electoral con La Libertad Avanza (LLA), que sus múltiples procesos judiciales. No obstante, el gobernador Axel Kicillof, a pesar de las críticas internas, no duda en alinearse con Cristina Kirchner cuando se trata de las causas judiciales, que encuadra en una “persecución” por motivos políticos.
La expresidenta ha habilitado a tres voceros para defenderla en el campo político y jurídico: el senador Eduardo “Wado” de Pedro, el ministro de Justicia bonaerense, Juan Martín Mena, y uno de sus abogados principales, Carlos Beraldi. El kirchnerismo hará notar que los jueces del tribunal de los cuadernos se congregarán presencialmente en el Palacio de Justicia, solo dos pisos arriba del que ocupan los magistrados supremos de la Nación, en una clara alusión al “partido judicial”.