Cómo la Inteligencia Artificial reconfigura el campo argentino

Los productores que incorporan IA como aliada en su gestión no solo incrementan su rentabilidad, sino que también consolidan un modelo más sostenible y competitivo.

Por Blas Briceño* 

La inteligencia artificial ha dejado de ser una promesa futurista para convertirse en una herramienta estratégica para la agricultura y la ganadería. Hoy, los datos se han transformado en un insumo productivo que impulsa la eficiencia, la sustentabilidad y la rentabilidad del sector agropecuario.

A nivel global, la adopción de estas tecnologías crece a ritmo acelerado. En 2024, el mercado mundial de IA aplicada a la agricultura alcanzó un valor de 4.700 millones de dólares y se proyecta que crezca a una tasa anual compuesta del 26,3% entre 2025 y 2034, según Global Market Insights.

En Argentina, el uso de IA en el agro también está ganando terreno. Durante el IA Day, organizado por la Cámara de la Industria Argentina de Software (CESSI), se presentaron casos que muestran cómo la tecnología está transformando la producción agrícola y ganadera.

Casos exitosos de Inteligencia Artificial aplicada al campo

Uno de estos ellos es el de Estancia Santa Nicolasa, ubicada en Chimpay; Provincia de Río Negro. El establecimiento cuenta con una superficie total de 74.000 hectáreas, de las cuales 2.850 están bajo riego gravitacional, alimentadas por caudales provenientes del Río Colorado.

El sistema incluye más de 30 km de canales y 1.000 compuertas que distribuyen agua, convirtiendo al riego en un recurso crítico dentro de la cadena de valor agropecuaria.

Allí, la implementación de una App de Riego Inteligente permite monitorear diariamente el uso del agua, comparar datos históricos y planificar cultivos de manera más eficiente.

Solo un desvío del 10% en el riego puede implicar pérdidas de hasta US$ 118.974 en maíz, lo que demuestra que una gestión precisa de los datos impacta directamente en la rentabilidad y la sustentabilidad del sistema productivo.

Otro ejemplo destacado se encuentra en los establecimientos ganaderos tradicionales, donde el conteo de hacienda representa un desafío operativo significativo.

Históricamente, este procedimiento demandaba varios días de trabajo intenso, movilizando al ganado hacia la manga y generando un alto nivel de estrés en los animales. Este estrés no solo afecta su bienestar, sino que también interrumpe la ganancia diaria de peso, reduciendo la rentabilidad general.

La solución llegó con la incorporación de drones y visión artificial, que permite realizar conteos precisos y automáticos del rodeo sin necesidad de trasladar los animales. Lo que antes requería tres días completos de trabajo ahora se concreta en una sola mañana, optimizando tiempos y recursos humanos, y reduciendo significativamente el esfuerzo operativo. Esta tecnología representa un avance concreto en bienestar animal y eficiencia productiva, alineando rentabilidad con prácticas más responsables y sustentables.

La Inteligencia Artificial y la gestión basada en datos

Estos casos muestran que la IA no es solo un apoyo operativo: es un aliado estratégico que redefine los procesos productivos. A nivel global, la tendencia es clara: la gestión basada en datos mejora la toma de decisiones, maximiza recursos y abre nuevas oportunidades de innovación.

En Argentina, los productores que incorporan IA no solo incrementan su rentabilidad, sino que también consolidan un modelo más sostenible y competitivo.

Los datos ya no son un complemento del trabajo rural: se han convertido en uno de los principales insumos del campo argentino.

*Director Programa Software as a Future (SAAF) en la Cámara Argentina de Software (CESSI) y CEO de Finnegans

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