El indicador de riesgo país, elaborado por JP Morgan y seguido de cerca por inversores nacionales e internacionales, inició la semana con una caída significativa, ubicándose en 596 puntos, por debajo del umbral de 600 puntos que no se alcanzaba desde principios de este año. Esta baja refleja un ambiente financiero más favorable y mayor confianza tras las elecciones legislativas.
El valor positivo del riesgo país estuvo impulsado principalmente por la apreciación de diversos bonos Globales argentinos, entre los que se destacan los Global 29, 30, 35, 38, 41 y 46, cuyos rendimientos tuvieron incrementos interdiarios que oscilaron entre 0,86% y 1%. Esta recuperación está vinculada a la percepción favorable de los mercados sobre la estabilidad política y la continuidad en las reformas estructurales.
El ministro de Economía, Luis Caputo, participó en encuentros con inversores en Estados Unidos para comunicar planes concretos de recompra de deuda soberana y la acumulación de reservas internacionales, acciones que el mercado interpreta como señales de compromiso con la estabilidad financiera.
A pesar del optimismo, sectores consultados expresan cierto escepticismo respecto a la permanencia del régimen de bandas cambiarias vigente, considerado una fuente de incertidumbre por su posible intervención en el mercado cambiario.
Analistas de diversas consultoras coinciden en que existe un espacio para la remonetización y cierta flexibilización del apretón monetario, lo cual podría fomentar la recuperación económica y la demanda de crédito durante los próximos meses.
Por otro lado, la recuperación del mercado accionario local sigue en proceso, con el Merval mostrando tendencias alcistas, aunque sin recuperar los niveles máximos alcanzados durante el año.
La expectativa se centra ahora en lograr un equilibrio sostenido que permita a Argentina acceder al financiamiento internacional a costos razonables, un proceso condicionado por el cumplimiento de metas fiscales y avances legislativos concretos.