El gobierno británico inició una de las reformas más profundas en sus políticas migratorias, con medidas para restringir beneficios sociales a refugiados, acelerar deportaciones y controlar la inmigración irregular. El plan incluye la posibilidad de confiscar bienes a migrantes y obligarles a pagar por alojamiento, en un contexto de creciente presión por el cruce del …
















