Durante la madrugada del lunes, el concejal Martín Antolín fue detenido en un control policial llevado a cabo en la avenida Arístides Villanueva, en el centro de Mendoza. El edil circulaba a bordo de un BMW Z4 descapotable blanco, sin chapa patente colocada, y portaba una copa de vino en la mano.
La policía realizaba un control de rutina cuando detectó que el funcionario superaba el límite permitido de alcoholemia, establecido en 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre en la provincia.
El resultado de la prueba fue de 1,15 gramos por litro, cifra que triplica el límite legal y que implica una infracción grave en términos de tránsito.
Ante esta situación, las autoridades procedieron al secuestro del vehículo y a la retención de la licencia de conducir de Antolín, quien no opuso resistencia ni intentó usar su cargo para evitar las sanciones. Posteriormente fue trasladado a la Comisaría Sexta, donde se formalizó el acta de infracción y el caso pasó al Juzgado Contravencional.
Desde el Partido Libertario de Mendoza, al que pertenece Antolín, emitieron un comunicado oficial en el que calificaron el hecho como una falta grave a los principios éticos y la conducta responsable que se espera de un representante público.
Además, solicitaron la intervención del Tribunal de Disciplina y pidieron la renuncia inmediata del concejal. El partido, liderado por Catalina Garay Lira, afirmó que no pueden avalar acciones que pongan en riesgo la integridad de terceros ni la confianza de la ciudadanía.