El reconocido y respetado editorialista, Carlos Pagni, analiza el complejo escenario del Gobierno, marcado por una “paz armada” interna y un enfrentamiento de alto voltaje con la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). El autor señala que la designación de Cristian Auguadra, contador de Santiago Caputo, como nuevo jefe de la SIDE (Secretaría de Inteligencia) fue una jugada del “Mago” para mantener su cuota de poder, desmintiendo la versión de que la agencia pasaría a manos de Karina Milei y Eduardo “Lule” Menem. El antecesor, Sergio Neiffert, fue defenestrado por “torpezas” y, fundamentalmente, por entrar en contacto con la hermana del Presidente sin autorización.
El enfrentamiento interno también toca el escándalo de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). Pagni menciona que Javier Cardini, novio de Ornella Calvete (hija del presunto organizador del sistema de sobreprecios en la ANDIS), era quien pedía las renuncias de funcionarios desleales a Caputo. El autor presenta dos hipótesis: que Caputo organizó un dispositivo de recaudación conectado a la ANDIS, o la versión “muchísimo más verosímil” de que el joven asesor, “entretenido en operar sus infinitas cuentas de X, no tuviera la menor idea de lo que hacían sus amigos.”
El escándalo de la AFA se desarrolla en paralelo. La investigación sobre la financiera Sur Finanzas de Ariel Vallejo, ligada a “Chiqui” Tapia, se ha intensificado. Los inspectores de la DGI y el Banco Central están alarmados por el volumen de dinero, que no puede ser solo del fútbol. Pagni cita a una de las fuentes involucradas: “los volúmenes de dinero gestionados por Vallejo alarman a los inspectores: ‘Esto no puede ser sólo del fútbol; acá hay juego clandestino y, tal vez, narco’, explica uno de ellos.”
Este conflicto con Tapia se complejiza por el origen del incendio de la ANDIS: los audios filtrados se divulgaron en Carnaval, una plataforma vinculada a Pablo Toviggino (tesorero de la AFA) y al gobernador Gerardo Zamora de Santiago del Estero, lo que sugiere una intencionalidad política para desestabilizar a Milei.
El autor concluye que la polarización con la AFA —cuyas finanzas tocan a Miami— podría exponer a los dirigentes del fútbol al sistema judicial estadounidense, preguntándose si al Gobierno le conviene este enfrentamiento con el seleccionado nacional en vísperas del Mundial.