Según la última actualización de la Encuesta de la Deuda Social Argentina 2025 del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), la pobreza por ingresos bajó al 36,3% en el tercer trimestre de este año, tras un pico de 45,6% en el mismo periodo de 2024. Este descenso representa el nivel más bajo desde 2018, aunque el informe destaca la persistencia de la pobreza crónica y la fragilidad social en amplios sectores.
La indigencia también mostró una mejora sensible, ubicándose en 6,8% en el tercer trimestre, frente al 11,2% de igual periodo de 2024. Además, disminuyó al 46,8% la población que vive bajo “estrés financiero”, indicador que mide la percepción de insuficiencia de ingresos para cubrir necesidades básicas.
El informe señala que esta mejora está asociada a la estabilización inflacionaria y la recuperación parcial de ingresos laborales, transferencias sociales y actividad en el sector informal. Sin embargo, advierte que la mejora observada no representa aún un cambio estructural sostenible en las condiciones de vida, y persiste un “piso estructural” con altos niveles de pobreza e indigencia en las últimas dos décadas.
Además, la UCA alerta sobre un aumento en la capacidad de ahorro de los hogares, aunque aún en niveles bajos, pasando del 8% en 2024 al 10,2% en 2025, cifras comparables a las de 2018 y 2022. El documento destaca también que una actualización metodológica de la canasta básica de alimentos modificaría la real incidencia y evolución de la pobreza en el país.
Este informe refleja una recuperación estadística que, si bien alentadora, exige cautela y políticas sostenidas para avanzar hacia una mejora duradera en las condiciones sociales.