Tendencia global: el ritual de la manifestación
Cada año, la noche del 31 de diciembre se transforma en un momento de reflexión y expresión de deseos para el ciclo que comienza. Una de las tradiciones que ganó fuerza globalmente es la elección del color de las uñas. Este detalle estético se convirtió en una herramienta simbólica que, según la creencia popular, permite manifestar intenciones específicas, ya sea la búsqueda del amor, la estabilidad o la abundancia.
El fenómeno, que trascendió la moda para convertirse en una práctica de conexión afectiva y energía personal, invita a los adultos a meditar sobre lo que se espera atraer para el año nuevo. La redacción de la nota se basó en el análisis de significados atribuidos a cada tonalidad, contrastando su simbolismo.
Los colores y sus promesas para el nuevo ciclo
El núcleo de esta tradición reside en la asignación de un significado a cada esmalte. La paleta utilizada se organiza en torno a los deseos más recurrentes en el cambio de año, siendo cada color un pilar de la intención.
Oro y Amarillo: Abundancia y Éxito
Si el foco para el 2026 es mejorar la situación económica, los tonos metálicos y vibrantes se consideran aliados. El dorado es el color que simboliza la abundancia, el lujo y el éxito financiero. El amarillo, por su parte, se asocia con la energía vital y abre puertas a nuevas oportunidades laborales y a un flujo económico positivo. Ambos tonos son requeridos tanto en acabados plenos y metálicos, como en versiones de glitter. Una variante de tendencia es la base mantequilla con iridiscencias doradas que genera un “efecto terciopelo”.
Rojo: Pasión, Deseo y Conexión
Clásico infalible de las fiestas, el rojo se relaciona directamente con el deseo, la pasión y la energía vital. Este color está ligado a la búsqueda de la conexión afectiva, siendo la elección ideal para quienes esperan atraer una nueva relación amorosa o buscan fortalecer la existente. Además de elevar el autoestima, potencia las buenas energías. En el contexto de la manicura navideña, tonos como el “rojo caramelo” o los acabados brillantes suelen ser los más solicitados por su toque de elegancia.