La Mayor Lección: Detenerse y Escuchar las Infancias
La labor de Eli Niglia exige una constante humildad y una profunda sensibilidad. La clave es “estar muy, muy atenta a descubrir también qué traen los pibes al taller para poder planificar y pensar los encuentros desde sus intereses”.
En un profundo ejercicio de reflexión, Eli comparte su mayor enseñanza personal y profesional, una que resuena con una inmensa humanidad: “Se podría decir que en realidad mi mayor aprendizaje es ese, como detenerme, parar la pelota y escucharlos”. Esta pausa es vital para la verdadera conexión y el acompañamiento, pues “a veces lo más importante es es escuchar”.
Los Tesoros Invaluables que se Llevan los Estudiantes
Al finalizar los talleres y colonias, los niños se marchan con más que una obra de arte o una experiencia divertida. Eli Niglia destaca que lo que se llevan los pibes es un tesoro interno: “es un poco recuperar la confianza, la confianza en la creación, en su propia creatividad, la capacidad de expresarse, la autonomía”.
Además de desarrollar habilidades sociales para “intercambiar también ideas” y “aprender roles en un juego”, los chicos se llevan la experiencia de “compartir con un otro, de disfrutar, de pasarla bien”. En esencia, se llevan la alegría de “pasar un buen rato acompañados por el arte”, forjando un camino de expresión personal, autoestima y confianza en sí mismos.