Kicillof exige a Caputo la aprobación inmediata de nueva deuda

El gobernador Axel Kicillof elevó la disputa fiscal con el Gobierno Nacional, reclamando al ministro Luis Caputo la aprobación de una nueva toma de deuda provincial “ni bien la mande”. La exigencia subraya la presión financiera que enfrentan las arcas bonaerenses en el ajuste federal. El movimiento político busca garantizar la liquidez y evitar que …

Axel Kicillof. Foto NA
Axel Kicillof. Foto NA

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, elevó el tono de la disputa fiscal con el Gobierno Nacional al reclamarle públicamente al ministro de Economía, Luis Caputo, la aprobación de una nueva toma de deuda “ni bien la mande”. El pedido del mandatario bonaerense subraya la creciente tensión económica entre las jurisdicciones, poniendo en el foco el financiamiento provincial y el manejo de la caja en un contexto de ajuste fiscal impuesto por la Casa Rosada. La exigencia se interpreta como un desafío político directo al Ejecutivo, buscando garantizar la liquidez para afrontar los compromisos de fin de año y los primeros meses del próximo ejercicio. La necesidad de endeudamiento externo o interno por parte de la provincia más grande del país requiere la firma formal de la Nación para ser concretada.

La postura del gobernador, que se hizo pública en las últimas horas, refleja la presión financiera que enfrentan las arcas bonaerenses debido a la caída de la recaudación y la incertidumbre sobre el giro de fondos discrecionales. Al reclamar la aprobación “ni bien la mande,” Kicillof busca evitar dilaciones burocráticas o políticas por parte del Ministerio de Economía, asegurando que la provincia no se convierta en una víctima colateral de la lucha por el ajuste fiscal. Este movimiento estratégico del gobernador, líder de la oposición, intenta forzar una definición por parte de Caputo sobre la voluntad del Gobierno de colaborar con el sostenimiento de las finanzas provinciales. El Ejecutivo Nacional, por su parte, ha mantenido una política de férreo control del gasto y ha reducido al mínimo la asistencia a las provincias, buscando limitar el endeudamiento y exigir responsabilidad fiscal a los gobernadores, lo que anticipa un escenario de negociación dura que impactará directamente en la capacidad de la provincia para financiar obra pública y servicios esenciales. La situación de la provincia de Buenos Aires, que concentra casi el 40% de la población del país, se vuelve un termómetro clave de la relación fiscal entre Nación y las provincias.

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