Firma de un Acuerdo con Sabor a Incertidumbre
Los presidentes de Ruanda, Paul Kagame, y de la República Democrática del Congo (RDC), Félix Tshisekedi, firmaron este jueves un acuerdo bilateral en Washington. El pacto, promovido por la administración del presidente estadounidense Donald Trump, buscó poner fin a la violencia en la región oriental del Congo, asolada por décadas de conflicto.
A pesar de la ceremonia de alto perfil celebrada en el Instituto de la Paz, la realidad sobre el terreno presentaba un fuerte contraste: los combates entre grupos armados aliados a ambos bandos continuaban en el este de la RDC.
El presidente Trump presumió ante los periodistas que el acuerdo se convertiría en un “gran milagro” y lo incluyó entre las ocho guerras que su administración había finalizado desde que regresó al cargo en enero.
Un Intercambio de Desmantelamiento y Retirada
El texto central del pacto, conocido como los “Acuerdos de Washington para la Paz y la Prosperidad“, establece compromisos mutuos claves. Ruanda debe retirar sus tropas del territorio oriental congoleño y finalizar el apoyo a la milicia rebelde M23. A cambio, el gobierno de Kinshasa deberá desmantelar las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR).
La milicia FDLR fue fundada en el año 2000 por la etnia hutu, incluyendo a veteranos vinculados al genocidio de 1994, y es considerada por Kigali una amenaza existencial.
Paralelamente, el M23, un poderoso grupo rebelde que según la ONU cuenta con respaldo ruandés, ha logrado avances inéditos en meses recientes, capturando las ciudades de Goma y Bukavu, lo que agravó una crisis humanitaria con millones de desplazados.
El tono de los líderes africanos reflejó la cautela frente a los hechos. El presidente Kagame expresó que existirían “altibajos en el camino por delante”, mientras que Tshisekedi calificó la firma como el “comienzo de un nuevo camino, un camino exigente”.
Estos comentarios se alinearon con el hecho de que el ejército congoleño y los rebeldes del M23 se acusaron mutuamente de violar los acuerdos de alto el fuego vigentes.